deseando un buen comienzo

A quien se crea preparado:
Para aquellas personas que hayan decidido, por iniciativa o por curiosidad mórbida, quedarse para saber de que puñetas voy a hablar les doy las gracias. Sea por activa o por pasiva aplaudo esa decisión, no todos los días leen algo escrito por uno.
A partir de este momento me desentiendo del lector, es decir, de ti, para poder escribir a mi gusto, así te cedo la libertad de cambiar de página o seguir leyendo. No me considero quien para decir qué y cómo debes hacer las cosas, pero a todas esas personas que hayan olido de que va a tratar todo y hayan pensado en cerrar esta ventana les diré que prefieren el conformismo de lo pactado, acatar aquello que se les dice sin cuestionarse su verdadero valor humano; a lo excepcional de la razón, lo razonado por una mente tan privilegiada como puede llegar a ser la tuya.
Las cartas sobre la mesa, mi intención va ser transmitirte todo lo que puedes enseñarte... cruel contradicción. Quiero que todas aquellas personas que lean lo que aquí escribo piensen, reflexionen y ejecuten por si mismas, desatendiendo a automatismos sociales. QUIERO DESTRUIR LOS CIMIENTOS DE LA CIVILIZACIÓN MODERNA. Asestar el golpe de gracia a una macrosociedad decadente que agoniza por momentos.
Mateo Azorín